Jueves al mediodía, a punto de almorzar: la manada mundialista ya se retiró y sólo quedamos mi chica Aniela y yo.
Dividimos bien las tareas: Laura controla los ravioles, pone la mesa y sirve; Aniela prepara una salsita que tenga mucho ajo y crema. Las dos hablan sin parar: que piensan esto y aquello, que sienten lo otro, que el domingo intervenimos, que las compañías, que las soledades, que el estudio, que los museos... y de golpe el silencio.
Y de golpe nos reimos.
Pusimos una pantalla entre nosotras... no literalmente, pero es que mirar FRIENDS nos pasó de una dimensión a otra en un siantiamén.
Anielita se ríe mientras ve FRIENDS y se da cuenta del silencio. Me mira y dice: "¡son tan lindos! Se nota que los queremos porque nos quedamos calladas las dos..."
Yo pienso. Pienso. Pienso, y le pregunto: "¿Quiénes seríamos cada una? ¡Vos sos Chandler!"
- ¿Chandler? ¿Qué, hago esos chistes?
- Sí ja ja ja
- ¡ Y vos sos Phoebe!
Aniela y yo nos reímos. Nos calla la pantalla, pero al rato nos levantamos y vamos a ver una peli.
Mi chica, esa con espíritu piromaníaco como yo, ya me había propuesto almorzar y después mirar REC. Yo acepté, aunque las patas me temblaban un poco. Todavía me tiemblan un poco las patas, debo admitir. Pero no importó eso.
Vamos para arriba, y no sólo vemos la peli, sino que lo hacemos luego de cerrar cortinas y tapar ventanas, y, mientras, tomamos lo que quedaba de uno de aquellos vinos que nos acompañaron en el Valle (Grande).
Durante la película Aniela me agarra, ella ya sabe qué va a pasar. Pega algunos gritos, toma grandes tragos de vino y me mira, como esperando a que me asuste. Yo tengo mucho terror encima, no puedo despegar los ojos de la pantalla. Mi chica me va pasando el vino y me dice "toma Lauri, toma, así la pasas un poco mejor con el miedo". De vez en cuando toca el timbre un cartero y yo siento que está infectado y me va a matar, a atacar, ¡a infectar! Me muero de miedo y no confio en nadie. Ani me hace un chiste y se me tira encima y mi panza no aguanta más ese nudo del terror y tengo que gritar una banda, darle la mano, pedirle que ahora no andemos solas por la casa. Ella se ríe y me dice "viste que te dije... y yo que ya la ví vuelvo a tener miedo".
De a poco abrimos las ventanas. No hay luz de sol que entre, pero algo es algo, al menos podemos confirmar que es de día y mi casa no está en cuarentena. Ani me dice que se tiene que ir y nos quedamos hablando. Siempre pasa lo mismo. Y hablamos de esto, de aquello, de Pepito, de Menganita, de museos prendidos fuegos, de libros; hablamos de que ella va al baño y después se va sí o sí porque tiene que terminar una escultura. Pero cuando sale, volvemos a charlar: de la facultad, de crecer, de algunas ideas, de otras expectativas, de Juanito, de Fulana, del fuego, de las intervenciones, de mi trabajo de visual gráfica.
Una hora después mi amiga se queja: que por qué le doy cosas para dibujar, que se cuelga, que de nada, que quedó mejor y más lindo, que ahora la parejita que baila cumbia está enamorada, que chau, chau, nos vemos el domingo, a lo mejor antes pero no sé.
Aniela atacó mi trabajo práctico en el que tenía que representar frases. Para "el amor es una cosa divertida" yo sabía lo que quería: una parejita bailando cumbia. Ni más ni menos. El problema es que mi pareja, la que yo había dibujado en el Illustrator, bailaba y estaba feliz, pero no enamorada. Pedí un poco de ayuda en la semana y todo mejoró, pero ellos seguían sin amarse. Hasta que atacó la piba, que me conoce bien y sabe lo que es el amor para mí, y lo único que hizo fue agregar una mirada, unas manos agarradas fuertes y pelos bailando al viento.
"Hacele los ojos rosas, como la música. La cumbia se contagió de ellos", eso dije yo, eso nomás, pero a mí me parece que Anielita ya sabía que también quería eso, qué sé yo...
ey a mi tb me gusta friends, yo soy Ross! es gay de mi parte??
ResponderEliminarah perdon, soy octavio, el de la lluvia doradaa, 1 besoo
Ay mira si sos guacha...
ResponderEliminarCuanto q te quiero!
Besote!
Ani.