martes, 22 de junio de 2010

“Somos lo que comemos”, ¿llegamos a comprender esa máxima hipocrática, o la integramos desde lo lejano como una frase hecha?.

¿Comprendemos realmente que nuestra sangre, células, tejidos, órganos, sistema circulatorio, sistema óseo, secreciones, emociones y pensamientos, están formados por lo que comemos y cómo lo comemos?. Somos un producto de nuestro medio ambiente, lo que absorbemos a través del aire que respiramos, lo que vemos, escuchamos, el clima, agua, vibraciones,radiaciones y rayos cósmicos.

¡¡Si!!. Todos estos factores nos están transformando, pero hay cosas que no podemos cambiar: el clima, las radiaciones, los rayos cósmicos. Los factores a los que se expusieron nuestros antepasados, lo que ellos comieron, que hoy es parte de nuestra herencia genética y que incluso hoy constituye nuestra psicología profunda, alguno de nuestros patrones de conducta y hasta nuestra emocionalidad. Esto es lo que se llama la “constitución”. Pero hay factores que sí se pueden cambiar. Lo que se llama la “condición”.

El libre albedrío significa elegir lo que hoy como, cómo me lo cómo, y en consecuencia en lo que me transformo.

Un ser equilibrado (íntegro), come alimentos íntegros. Sin dividir, sin fragmentar. Desde que el alimento se divide, se rompe, se refina, el ser humano se ha hecho más egoísta; se dividen los pueblos, los países, la sociedad, las familias y el humano en sí se separa de su cuerpo, se desconecta. Pierde el instinto de supervivencia natural, no reconoce el alimento que le puede llevar a la enfermedad, que le envenena poco a poco. Y la mente del humano se hace errática. Se quieren muchas cosas a la vez, cada vez se necesitan más estímulos externos, más
consumo, más comida, más culto al ego. Cada vez somos menos íntegros, menos felices.

Come alimentos integrales: cereales en grano (arroz, cebada, mijo, trigo, avena, quínoa), come también las verduras integrales. Cada parte tiene una energía importante para nuestra adaptación al exterior. Las zanahorias con sus hojas verdes, y de las zanahorias no deseches esa parte tan importante que ha servido de unión a la raíz y las hojas, que parece como un ombligo. Cepíllala bien y si hace falta, con la punta de un cuchillo, quita la tierra y utilízala. Cepilla bien todas las verduras biológicas y cómelas con su piel (nabos, zanahorias, chirivías).

No deseches de la coliflor sus hojas y sus costados tan ricos, suaves a la hora de hacer purés.

De las cebollas y puerros, utiliza las raíces, son magníficas para los riñones. Toma también la parte verde que nutren el hígado y la vesícula.

Aprecia las hojas verdes externas de las coles, tienen una gran cantidad de minerales. La pielde las manzanas favorece el tránsito intestinal. Las semillas de manzanas, melones, calabaza, son ricas en proteínas, vitaminas y minerales.

La energía vital está en el grano que aún tiene su poder de germinar. Come cereales integrales en grano, legumbres, y de la misma forma come las verduras sin amputarlas.

Conviértete en un ser íntegro, en un ser feliz




  - texto cuya autoría desconozco, pero que - como le dije a quien lo publicó por facebook - me gustó porque resume claramente muchas ideas... todas que comparto y no sé cómo expresar. Ahí ven: el simple y conciso cambio de vida... (a una más feliz).  


**************************************************************************************************************
Buscando alguna imagen para acompañar al textito me encontré con una muestra de una chica llamada Naiara ... La obra se llama "¿Somos lo que comemos?" y la autora la describe de la siguiente manera: "Esta serie fotográfica representa retratos a base de comida, haciendo una reflexión sobre la desequilibrada alimentación que caracteriza al ser humano del siglo XXI. ¿Somos lo que comemos? representa en seis caracterizaciones de tribus urbanas los alimentos típicos de la nutrición actual, centrando la atención en la comida basura." 

Acá van las 6 imágenes que encontré:



6 comentarios:

  1. yo me inclino a creer que el libre alberdrío no existe, que es una ilusión

    ResponderEliminar
  2. ¿no dice nada de comer carne el texto? ¿¿¿¿quiere transformarnos en seres herbívoros???? muy buena la obra de naiara

    ResponderEliminar
  3. Este texto está siendo difundido por una vegetariana y previamente por un facebook de comida macrobiótica... ningunx va a adherir ni a fomentar el consumo de animalitos :)

    Me gustaría, realmente, que me cuentes más sobre eso que pensás del libre alberdrío...

    ResponderEliminar
  4. el libre alberdrio, si la palabra "libre" es libertad absoluta, no existe porque todos los atos y elecciones van a estar condicionados por algo externo, por ejemplo nacer.

    igual para mi si existe, y es la bomba, lo que le da sentido

    ResponderEliminar
  5. Está bueno lo que decís, especialmente lo de la bomba ja ja... me parece que comparto tu idea.

    Me frena un poco pensar que "no está bueno pensar eso", yo quiero que haya libre alberdrío ... aún así, supongo que depende qué es lo que condiciona nuestras elecciones... ¿no? Digo, por ahí la búsqueda de que no haya nada que nos condicione o limite ha llevado a este mundo globalizado y de tecnología destructiva...

    Mmmmm ... está bueno bueno para pensar.
    Gracias.

    ResponderEliminar
  6. (Previamente autorizado, me sumo)

    El libre albedrío no es poca cosa. Si bien la posibilidad inmediata de hacer o no algo, existe, y ESO es lo que el Sentido Común denomina "Libre Albedrío".
    Pero recordemos que el ser humano es un ser social, y es condicionado por esta sociedad y su herencia.

    Así es como creemos que las acci+ones "naturales" son, por ejémplo, comer, dormir, orinar, caminar. Pero no tenemos en cuenta que, dormir de noche se nos inculca desde pequeños, nuestros padres nos incitan a dar nuestros primeros pasos, nos alimentan según diferentes etapas de nuestra edad, nos juzgan si orinamos dormidos en la cama, etc etc etc.

    No hay acciónes que sean exclusivamente naturales en nuestra sociedad, ni siquiera amar.
    Dado que, en general, se tiende a la endogamia de clase, a veces a nivel incosciente.

    Por eso, particularmente creo que nuestro entorno social, nuestras experiencias vividas, y absolutamente TODO lo que hace que nosotros seamos nosotros, nos condiciona para que seamos como tales.

    ResponderEliminar