lunes, 21 de junio de 2010

Carta de renuncia al Instituto Di Tella (1968)

"Esta renuncia es una obra para el Instituto Di Tella. Creo que muestra claramente mi conflicto frente a la invitacion, por lo que creo haber cumplido con el compromiso".

Buenos Aires, 13 de mayo de 1968

Sr Jorge Romero Brest:

Hace una semana le escribi dandole a conocer la obra que pensaba desarrollar en el Instituo Di Tella. Hoy, apenas unos dias mas tarde, ya me siento incapaz de hacerla por una imposibilidad moral. Sigo creyendo que era util, aclaratoria y que podia llegara conflictuar a algunos de los artistas invitados, o por lo menos, poner en tela de juicio los conceptos sobre los que sus obras estaban fundadas . Lo que yo ya no creo es que esto sea necesario. Me pregunto: ¿es importante hacer algo dentro de la institucion, aunque colabore a su destruccion? Las cosas se mueren cuando hay otras que las reemplazan. Si conocemos el final, ¿por que insistir en hacer hasta la ultima pirueta? ¿por que no situarnos en la posicion limite? Ayer precisamente comentaba con usted como a mi entender, la obra iba desapareciendo materialmente del escenario, y como se iban asumiendo actitudes y conceptos que abrian una nueva epoca y que tenian un campo de accion mas amplio y menos viciado. Es evidente que, de plantear situaciones morales en las obras, de utilizar el significado como una materialidad, se desprende de la necesidad de crear un lenguaje util. Una lengua viva y no un c{ogigo para elites. Se ha inventado un arma. Un arma recien cobra sentido en la accion. En el escaparate de una tienda, carece de toda peligrosidad. Creo que la situacion politica y social del pais oprigina este cambio. Hasta este momento yo p0dia discutir la accion que desarrolla el Instituto, aceptarla o enjuiciarla. Hoy lo que no acepto es al Instituto, que representa la centralizacion cultural, la institucionalizacion, la imposibilidad de valor las cosas en el momento en que estas inciden sobre el medio. Porque la institucion solo deja entrar productos ya prestigiados a los que se utiliza cuando, o han perdido su vigencia, o son indiscutibles dado el grado de profesionalismo del que las produce, es decir, los utiliza sin correr ningun riesgo. Esta centralizacion impide la difusion masiva de las experiencias que pueden realizar los artistas. Esta centralizacion hace que todo producto pase a alimentar el prestigio, no ya del que lo ha creado, sino del Instituto, que con esta ligera alteracion justifica como propia la labor ajena y todo el moviemiento que ella implica, sin arriesgar un solo centavo y beneficiandose todavia con la promocion periodistica. Si yo realizara la obra en el Instituto, esta tendria un publico muy limitado de gente que presume de intelectualidad por el hecho meramente geografico de pararse tranquilamente en la sala grande de la casa del arte. Esta gente no tiene la mas minima preocupacion por estas cosas, por lo cual la legibilidad del mensaje que yo pudiera plantear en mi obra careceria totalmente de sentido. Si a mi se me ocuerriera escribir VIVA LA REVOLUCION POPULAR en castellano, ingles o chino seria absolutamente lo mismo. Todo es arte. Esas cuatro paredes encierran el secreto de transformar todo lo que esta dentro de ellas en arte, y el arte no es peligroso (la culpa es nuestra). ¿Entonces? Entonces los que quieran trepar, trabajen en el instituto. Yo no les aseguro que lleguen lejos. El Intituto Torcuato Di Tella no tiene dinero como para imponer nada a nivel internacional. Los que quieran ser entendidos en alguna forma, diganlo en la calle o donde no se los tergiverse. A los que quieran estar bien con Dios y con el Diablo le recuerdo "los que quieran salvar la vida la perderan". A los espectadores les aseguro: lo que les muestran ya es viejo, mercaderia de segunda mano. Nadie puede darles fabricado y envasado lo que esta dandose en este momento. Esta dandose el Hombre, la obra: diseñar formas de vida.


Pablo Suárez.


===========================================

Copiado y pegado del blog de Manolo que no tenía acentos... y yo no tengo ganas de corregirlo. 
Te juro que no se pierde la esencia.


10 comentarios:

  1. ¿A usted le parece que el tiempo dice lo contrario?

    ResponderEliminar
  2. Ahhh.. legendaria.

    De todas maneras, hay que entender un poco el contexto. Pablo Suárez, al igual que los otros artistas recurrentes del Di Tella, estaban ya acercandose a la desaparición material de la obra de arte, empezando a encontrar en esos conceptos situaciones contradictorias, como poniendo en duda su propia realización de obras.

    Aunque, mirándolo desde el punto de vista que veo que intentás destacar con las itálicas, hay mucho más para charlar y reflexionar, pero creo que ESTA obra en particular (esta expresión en realidad), tiende a otro punto del asunto.
    La institucionalización del arte es una realidad, y los intentos de destruir esa institucionalización son... si bien duros, también utópicos.
    Es lo que le pasó a Pablo, por ejemplo.
    Luego de cerrar el Instituto (medio culpa de Onganía y medio en protesta de las censuras, los artistas decidieron dejar de exponer), Suárez se fue a Italia, donde vivió casi unos 10 años de profesiones para nada artísticas - carpintería y fotografía (no artística, claro). Este cambio fuertísimo de vida demuestra la total devoción a sus ideales, a apartarse del arte porque el arte mismo de la manera a la que estamos acostumbrados es un absurdo en cuanto definición de arte como tal.
    Él mismo, despues de esos 10 años, comienza a pintar. Pintar porque siente la necesidad de expresarse, aunque solo pinta cielos, ya que se encuentra perdido y vacío, no encuentra su lugar.

    Y sigue....

    La idea es que, queramos o no, la institucionalización del arte, el arte como atracción, en museos, en galerías, es una realidad. Y desinstitucionalizar el arte, arrancarlo de su calidad mediática actual, es una utopía.
    Y como toda utopía, no estamos preparados para alcanzar.

    Aunque siempre es bueno proponerse un horizonte.


    (me extendí, pido disculpas)

    ResponderEliminar
  3. Fer, ¡me enseñaste algo! Jajaja ... y eso que aún no hemos vuelto a hablar.

    Me gustaría contarte cómo y por qué llegó este texto a mí, a ver qué pensas ...

    Ya dejaremos los apuntes de lado y charlaremos un buen rato. Extendete mucho.

    ResponderEliminar
  4. Me gusta todo lo que escribiste Fer, salvo el final. Preferiría que digas algo así como que "vaaaaaamos alcancemos las utopíaaaaaasssssss"... para que entonces cada trabajo que se haga para llegar a ese punto esté recargadísimo de fuerzas.

    Yo espero el momento de alguna encrucijada histórica, y allí quiero estar; y si estudio, hago esto o aquello todos los días, es porque lo creo necesario... para estar lista el día que las condiciones estén dadas... o para empujar un poco a las condiciones y puedan darse...

    ResponderEliminar
  5. Fe de erratas:
    NO PUEDO CREER COMO ME CONFUNDÍ!!!!!!
    Se vé que el sueño me hizo trastabillar mentalmente... Quién tuvo esa experiencia de exiliado en Italia fue Oscar Bony, no Pablo Suárez.
    Son de la misma (camada?) de artistas del Di Tella.
    Y de todas maneras, aplica al ejemplo que quise proponer... El artista se plantea en extremo sus ideales, pero, como artista real que es, no puede dejar de satisfacer la necesidad de expresion que sale de sus entrañas. ESE es el verdadero arte.


    En fin, manteniendo la verguenza, me expreso:
    Querida Laura, las revoluciones no hacen eso. Momentos y encrucijadas históricas son espontáneas, marcan un quiebre, un cambio de época. Sin embargo, las utopías son de un caracter mas general, a nivel consciente, en otro plano.
    La humanidad como está no puede tolerar las condiciones que proponen las utopías, porque la gente, los modelos de vida, de sociedad, de consciencia general, de sentido común, no son suficientes para lo que significa vivr en un estado utópico.
    La idea es esa, plantearse ese horizonte utópico, y el camino que debemos tomar es el que conduce hacia ese mismo horizonte, que por su condición de horizonte, nunca vamos a poder alcanzar.
    No existe la utopía como estado, pero existe el modo de vida en busca de esa utopía.

    Ojo, ¡no interpretar como negativo y pesimista! Esto es justamente lo lindo de creer en las utopías, que nos guían por el camino que debemos seguir para alcanzarlas.

    Después de todo, la felicidad es un camino, no un fin.

    ResponderEliminar
  6. Querido Fernando:

    en primer lugar no se disculpe ni tenga vergüenza, de más está decir que no tenía la más pálida idea de que haya cometido ese error...

    Ahora bien, siendote sincera, aguardo el instante en que termines de cenar y me expliques qué quisiste poner. No comprendo ni el primer ni segundo párrafo... pero sí entiendo a qué querés llegar después. No estoy segura de compartirlo, pero sí de que me gusta cómo lo expresas. Es interesante y una buena alternativa, pero... ¿los caminos no están hechos para llegar a algún lugar? PARA, mejor dicho: ¿uno no hace su camino al andar para llegar a algún lugar? No sé vos, pero si yo no siento o creo en que voy a llegar a algún lado, prefiero no largarme a caminar.

    (fijate vos que no digo seguridad eh)

    Leer que "no existe la utopía como estado, pero existe el modo de vida en busca de esa utopía" me ha encantado. Mis felicitaciones.

    ResponderEliminar
  7. He ahí lo lindo de esto que es caminar.
    Uno hace su camino al andar, aún deambulando, siempre llega a algun lugar. Este horizonte que uno se propone, estos ideales son dicho lugar. Y son justamente éstos los que mas o menos guían nuestra flechita del GPS.

    No digo, para nada, que no vale la pena hacerse el camino. Tampoco digo que no existe ese lugar al que queremos llegar.
    Existe, en un punto, en un tiempo que no es nuestro tiempo.

    Es complicado, parece que lo estuviera mirando desde afuera, siendo paradójicamente protagonista. Yo mismo sé muy bien que caminos estoy tomando, o mejor dicho, sé muy bien hacia dónde estoy yendo.
    Pero soy consciente sobre que lo que quiero lograr no se va a lograr mañana, ni en 10 años, ni mediante una revolución.
    Revolución no es más que un cambio de paradigma, un cambio de época, donde los intereses cambian... y las revoluciones implican violencia. Y la violencia implica imposición.

    Para que la utopía tenga lugar en nuestro plano existencial, no deben cambiarse las bases mediante una revolución, porque imponiéndose, los ideales no se afianzan, y por lo tanto, no se extendería ese estado en el tiempo.

    De ahí la imposibilidad de las utopías de realizarse.
    Se requiere un nivel de consciencia colectiva a nivel mundial, y ese nivel de consciencia se da paulatinamente (se debería dar), entendiendo los fundamentos y comprendiendo las necesidades que requieren el sustento y dan lugar a esa utopía.


    Pero, a ver, tirando el ejemplo clásico de Marx.
    Para que la sociedad se mantenga en ese estado de propiedad pública de los medios de producción, se tienen que presentar toda una serie de factores a nivel social, y se tienen que cambiar y arrancar de lo que se considera "normal" en la sociedad. Todo implica un TREMENDO giro. Y se comprobó cuando determinadas sociedades socialistas fracasaron... El terreno, la gente, la sociedad no esta preparada para soportar, para entender, para entregarse completamente a lo que significa dicha utopía.

    Eso es lo que hace falta, que el propio ser sienta la necesidad de vivir en ese estado. Y la humanidad esta muy instituída en el sentido común inculcado por esta sociedad capitalista, donde nada se renueva, donde no existe la retroalimentación con otros sistemas, sino que la entropía de nuestra sociedad retoma lo viejo y lo recicla, haciendo que nos estanquemos siempre en lo mismo.


    (creo que mezclé muchas disciplinas, que son la misma idea, pero se mezclan los conceptos y no se entiende nada... por eso animo a gente como ustéd a escribir, que lo hacen mejor que yo)



    Tirando un poquíto para el mundo del arte (otra vez, despues de todo de eso era el post), un señor muy interesante dijo algo así como "El entretenimiento pone un espejo frente al hombre, vé adelante lo que en realidad se encuentra detrás".
    Y otro señor igual de interesante, dijo "El entretenimiento nos dá lo que queremos, el arte nos dá lo que no sabemos que deseamos".

    ResponderEliminar
  8. Fer anoche me preguntaste si no me molestaba que mi blog se transforme en un foro y la verdad que no, me encanta, pero estoy remareada y me hiciste un altísimo lío de conceptos e ideas increíble.

    Te voy a contestar más tarde, tal vez. Es una buena charla mate de por medio... sí... así las ideas se me salen a lo sesión psicoanalítica... Y me hes más fácil ver cuán ignorante soy

    (acá me declaro bruta total jajajaja)

    ResponderEliminar
  9. Lo sé. Y me declaro culpable (como también lo hice en mi anterior comentario).


    En realidad, en la revisión post-comentario, el único párrafo donde quizás meta mas de un concepto entremezclado, es en el inmediátamente anterior al párrafo contenido entre paréntesis.

    Desde ahí para atrás, va todo en la misma línea.
    Enérgicamente recomiendo la omisión de ese párrafo para la total comprensión de mi punto de vista. (Pero, NO recomiendo la omisión de aquél párrafo confuso de las tareas pendientes a revisar en algun futuro... no deja de ser interesante)



    De todas maneras, señorita Laura, le agradecería no vuelva nunca más a declararse bruta. Ni parcial ni total.
    Ignorantes somos todos. Lo bueno es saber que estamos a un paso de dejar de serlo sobre CUALQUIER asunto que deseemos aprender.

    ResponderEliminar